Paraísos fiscales, la gran evasión [mayo 2010/RTVE/ DOCUMENTOS TV ], documental realizado por Frédéric Brunnquell: "Se calcula que más de 8 billones de euros permanecen ocultos en paraísos fiscales sin que sus propietarios paguen ni un céntimo al erario público de sus respectivos países. (...) En 1934 Suiza decretó el secreto bancario para sus clientes extranjeros y creó un modelo imitado en otros lugares del planeta, actualmente hay 72 paraísos fiscales en el mundo, generalmente son países pequeños plagados de bancos y oficinas financieras que han provocado un cambio en la nueva economía globalizada. (...) Una parte del dinero de nuestros déficits se acumula a 10 km de las costa francesa, en Jersey, una pequeña isla británica situada en el canal de la Mancha..."
Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) han reconocido que el mayor desarrollo de paraísos fiscales offshore se produce a partir de los años sesenta, momento en el que se genera una masa de eurodólares fuera de los EEUU (multinacionales, bases militares,...) que, libre de las regulaciones del banco emisor (Reserva Federal estadounidense), y liberada de las reglamentaciones locales de los distintos países (porque no era su moneda nacional), es gestionada libremente por la banca internacional que se estableció en islas y enclaves para funcionar con más libertad frente a los Estados. Y este desarrollo de los mercados offshore se consolida con los petrodólares acumulados por jeques árabes en bancos europeos, y los tipos de cambio flotantes surgidos del derrumbe del sistema de Bretton Woods, al acabarse en 1971 la convertibilidad del dólar a oro.
La actividad de todos los grandes centros financieros o paraísos fiscales aumentará, favorecidos por
City of London, atraídos los capitales por la desregulación ofrecida por esas zonas de baja o nula fiscalidad, que contribuyen a una mayor circulación de los capitales nómadas en busca del beneficio rápido. Estas actividades que se iniciaron en Europa, se extendieron pronto a otros lugares, fundamentalmente
Luxemburgo y
las islas del Canal de la Mancha, las islas de Bahrein en Oriente Medio, y Singapur en Asia.
Nace el mercado financiero integrado por una red global de paraísos fiscales extraterritoriales. Cualquiera que fuera su nivel de desarrollo, los países podían obtener préstamos directamente de
Wall Street (NYSE) o de los bancos internacionales que operaban en el mercado del eurodólar en Londres.
City of London está, por tanto, en el origen de la financiación
offshore y de los paraísos fiscales. El otro polo de atracción en Europa, a principios de los setenta, fue Luxemburgo que comenzó a atraer inversores de Alemania, Francia y Bélgica, por sus bajos niveles fiscales, la carencia de retención fiscal para no residentes sobre los intereses y los dividendos y las normas legales de secreto bancario asumidas por sus profesionales bancarios. Alemania se aprovecha del estatuto fiscal ventajoso de los
holdings luxemburgueses. Italia invierte allí sus capitales (más o menos legales).
El
FMI también señala que en los años 1960-1970, las islas de Canal de la Mancha (Jersey, Alderney, Guernesey y Sark) y la isla de Man (en el Mar de Irlanda), que dependen de la Corona británica, comienzan a ofrecer facilidades y atractivos tributarios y legales similares a Luxemburgo desarrollando un importante sector financiero extraterritorial.
Desde los años sesenta, Jersey fue adoptando medidas para convertirse en un paraíso fiscal para no residentes, cuya importancia mundial merece una mención especial.
Jersey es una isla situada a unos 20 kilómetros de la costa francesa, sede de numerosos
trusts o fideicomisos no registrados, la mayoría de las cuales están exentas de tributación o sujetas a regímenes especiales para no residentes, y carece de impuesto sobre sucesiones o sobre los rendimientos del capital. Al parecer, en un tratado medieval franco-británico se olvidaron de esta isla normanda, que quedó bajo dominio inglés con un estatus tan singular como "dependencia de la Corona británica", que ni se considera parte del Reino Unido ni forma parte de
la Unión Europea. No está sometida a ninguna legislación financiera británica o de la Unión Europea. Los isleños no tienen derecho a residir ni a trabajar en los países de la Unión Europea. Jersey está bajo protectorado del Reino Unido que quiere ignorar lo que allí sucede, y permite a los grandes negocios que utilicen la isla como paraíso fiscal vinculado a Londres. La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incluyó en la lista de paraísos fiscales a las islas del Canal de la Mancha: Jersey, Guernesey, Sark y Alderney; y también a la isla de Man. Los calificados como paraísos fiscales no lo son nunca para sus habitantes sino para los que utilizan sus bancos o los servicios financieros establecidos para los no residentes, sean personas particulares o entidades.
El Fondo Monetario Internacional nombra los paraísos fiscales bajo el eufemismo CFE, Centros Financieros Extraterritoriales, (offshore financial center, OFC). Designa así a aquellas jurisdicciones fiscales, o demarcaciones acotadas legalmente, que no requieren la residencia de los operadores financieros en el territorio y que, junto a otras características, configuran una zona privilegiada fiscalmente y opaca, que se identifica con actividades de evasión y fraude fiscal y planificación fiscal internacional y con actividades ilícitas de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Resumiendo, en los paraísos fiscales extraterritoriales encontraremos algunos de los rasgos siguientes:
- La carencia de impuestos sobre el beneficio empresarial, sobre las donaciones y las herencias.
- El secreto bancario, la existencia de cuentas anónimas y numeradas y la no-obligación para el banco de identificar y conocer al cliente.
- Las fuertes deficiencias en la supervisión y control bancario y sobre las transacciones financieras; como la disponibilidad de títulos de valores al portador no registrados o la no obligatoriedad para los bancos de informar las autoridades sobre las transacciones dudosas.
- La falta de información y de estadísticas completas sobre las operaciones financieras.
- El volumen desproporcionado de operaciones financieras extranjeras, de no residentes, con relación a la economía local.
- La simplicidad de la formalización y registro de sociedades mercantiles y la falta de control sobre las sociedades filiales de grupos empresariales transnacionales.
- La ausencia de penalización o tolerancia en la práctica del blanqueo del dinero y otras deficiencias formativas.
- La falta de colaboración con las autoridades fiscales y judiciales de los demás países.
Resulta complicado elaborar una lista de los paraísos fiscales en el mundo sobre la cual haya una conformidad generalizada. La única definición oficial de paraíso fiscal disponible desde los organismos económicos internacionales corresponde a la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El Informe de la OCDE del año 2000 incluyó una lista oficial de las 35 jurisdicciones fiscales que, al reunir los criterios, quedaban clasificadas como paraísos fiscales, ofreciendo un procedimiento para que pudieran comprometerse a la eliminación de las prácticas fiscales nocivas antes de 2006 (que no se ha cumplido). Entre el 1970 y el 2004, los paraísos fiscales reconocidos, por fuentes distintas a la OCDE, han pasado de 25 a 72.
"Por ejemplo, 35 de los 72 paraísos fiscales, mercados offshore, individualizados están jurídica, económica o históricamente ligados al Reino Unido de Gran Bretaña. La misma Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) estima que en los últimos 40 años la parte del comercio mundial que pasa por los paraísos fiscales ha aumentado de un porcentaje relativamente pequeño al 50 % del total".
"Los centros financieros extraterritoriales o “paraísos fiscales”—la cuarta termita— han adquirido importancia como vehículode inversión financiera. Su crecimiento se ha visto estimulado por el flujo de información digital, que permite trasladar dinero y conocimiento fácil y económicamente, en tiempo real, así como por los mecanismos reguladores de algunos países. Se estima que los depósitos en entidades legales, como las sociedades comerciales internacionales y los fideicomisos extraterritoriales, superan los US$5 billones. No se sabe qué proporción de las utilidades de estas entidades se declara a las autoridades tributarias.
Las Naciones Unidas sostienen que estas entidades se utilizan con frecuencia para el lavado de dinero y la evasión tributaria. El Grupo de los Siete creó el Grupo de Acción Financiera Internacional y formuló un marco regulador que, de aplicarse debidamente, limitaría las posibilidades de lavado de dinero. Pero las soluciones son política y técnicamente complejas.
Principales países considerados paraísos fiscales por la Comisión Europea
Paraísos fiscales, en la actualidad, según la OCDE:
Andorra
Anguila
Bahamas
Belice
Dominica
Granada
Islas Cook
Islas Marshall
Liberia
Montserrat
Nauru
Niue
Panamá
San Cristobal y Nieves
San Vicente y las Granadinas
Santa Lucía
Vanuatu
Otros territorios que aplican políticas similares y que en su día fueron reconocidos como paraísos fiscales por la OCDE:
Antigua y Barbuda
Antilas Neerlandesas
Aruba
Barbados
Bahrain
Bermudas
Chipre
Gibraltar
Guernsey
Isla de Man
Islas Caimán
Islas Turcas y Caicos
Islas Vírgenes Británicas
Islas Vírgenes de los EEUU
Jersey
Liechtenstein
Maldivas
Malta
Mauricio
Mónaco
Samoa
San Marino
Seychelles
Tonga
Existen una serie de territorios que no se consideran paraísos fiscales, pero cuya tributación es mínima o inexistente. En esa lista 'gris clara' de paraísos fiscales están: Austria, Bélgica, Brunei, Chile, Guatemala, Luxemburgo, Singapur,
Suiza, Hong Kong y Albania.
Estamos en un mundo en el que cada día se realizan millones de transferencias electrónicas, por un valor superior a los dos billones de dólares, si se cuentan los mecanismos de transferencia que ofrecen los bancos centrales de los Estados que integran los EEUU, a través de la
Sociedad Mundial de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias (SWIFT), una red de telecomunicaciones financieras mundiales entre bancos que agrupa a más de 7000 entidades y procesa más de 2000 millones de transferencias electrónicas codificadas por día.
Y así, mientras periodistas, jueces y policías se afanan buscando rastros entre fatigosas montañas de documentos, el dinero corre por todo el mundo a golpe de ordenador, buscando beneficios inmediatos, aprovechando los tipos de interés altos en uno u otro país, comprando y vendiendo acciones que no tienen nada que ver con el valor de las empresas que las han emitido, especulando sobre propiedades inmobiliarias, en materias primas o en recursos naturales escasos. El dinero fácil y abundante para especular destruye así la producción real, agrava la depredación ecológica, condena a la miseria a millones de personas en los países del Sur, facilita el tráfico de influencias, la evasión fiscal, el tráfico de drogas y de armas, y la financiación del terrorismo; y todo ello mediante
sociedades interpuestas, creadas ex profeso en los paraísos fiscales extraterritoriales.
http://www.expansion.com/2008/03/01/economia-politica/economia/1095777.html