I.O.U.S.A.
I.O.U.S.A. es un documental basado en 'Empire of Debt: the rise of an epic financial crisis', escrito por William Bonner y Addison Wiggin, y en los discursos del interventor general David Walker sobre los diversos déficits estadounidenses. En el documental, Patrick Creadon sigue al interventor general en su recorrido por todo el país exhortando al pueblo a ejercer control sobre los descontrolados gastos de Washington, alternando material de archivo, datos económicos y entrevistas con el gurú de la inversión Warren Buffett y el ex secretario del Tesoro Paul O’Neill.
2. Durante los últimos meses nuestros países han tomado medidas urgentes y excepcionales para apoyar la economía mundial y estabilizar los mercados financieros. Estos esfuerzos deben continuar. Al tiempo, debemos poner las bases para una reforma que nos ayude a asegurarnos de que una crisis global como esta no volverá a ocurrir. Nuestro trabajo debe estar guiado por la creencia compartida de que los principios del mercado, el régimen de libre comercio e inversión y los mercados financieros efectivamente regulados fomentan el dinamismo, la innovación y el espíritu emprendedor que son esenciales para el crecimiento económico, el empleo y la reducción de la pobreza.
3. Durante un periodo de fuerte crecimiento global, crecientes flujos de capitales y prolongada estabilidad en esta década, los actores del mercado buscaron rentabilidades más altas sin una evaluación adecuada de los riesgos y fracasaron al ejercer la adecuada diligencia debida. Al mismo tiempo, las poco sólidas prácticas de gestión del riesgo, los crecientemente complejos y opacos productos financieros y el consecuente excesivo apalancamiento se combinaron para crear debilidades en el sistema. Las autoridades, reguladores y supervisores de algunos países desarrollados no apreciaron ni advirtieron adecuadamente de los riesgos que se creaban en los mercados financieros, no siguieron el ritmo de la innovación financiera ni tomaron en cuenta las ramificaciones sistémicas de las acciones regulatorias locales.
4. Importantes causas subyacentes de la situación actual fueron, entre otras, las políticas macroeconómicas insuficientes e inconsistentemente coordinadas, e inadecuadas reformas estructurales que condujeron a un insostenible resultado macroeconómico global. Estos desarrollos, juntos, contribuyeron a excesos y finalmente dieron lugar a un grave trastorno del mercado.
5. Hasta la fecha hemos tomado potentes y significativas acciones para estimular nuestras economías, proporcionar liquidez, fortalecer el capital de las instituciones financieras, proteger los ahorros y depósitos, corregir las deficiencias regulatorias, descongelar los mercados de crédito. Estas medidas están funcionando para asegurar que las entidades financieras internacionales puedan proporcionar apoyo crítico a la economía global.
6. Pero hace falta hacer más para estabilizar los mercados financieros y apoyar el crecimiento económico. El ritmo económico se está frenando sustancialmente en las principales economías y las perspectivas globales se han debilitado. Muchas economías emergentes, que han ayudado a sostener la economía mundial esta década, están experimentando todavía un notable crecimiento pero cada vez más sufren el impacto del frenazo mundial.
7. Frente a este contexto de deterioro de las condiciones económicas en todo el mundo, estamos de acuerdo en que hace falta una respuesta más amplia de las autoridades basada en una mayor cooperación macroeconómica para restaurar el crecimiento, evitar contagios negativos y apoyar a las economías de los mercados emergentes y en vías de desarrollo. Como pasos inmediatos para lograr estos objetivos, así como para hacer frente a los desafíos a largo plazo:
Continuaremos nuestros esfuerzos enérgicos y tomaremos cualquier acción adicional necesaria para estabilizar el sistema financiero.8. Además de las acciones señaladas arriba, aplicaremos reformas que fortalecerán los mercados financieros y los regímenes regulatorios para evitar futuras crisis. La regulación es primero, y ante todo, responsabilidad de los reguladores nacionales, que constituyen la primera línea de defensa contra la inestabilidad del mercado. Sin embargo, nuestros mercados financieros son de ámbito global. Por ello, la cooperación internacional reforzada entre reguladores y el fortalecimiento de los estándares internacionales, donde sea necesario, y su aplicación consistente es necesaria para la protección contra acontecimientos transfronterizos, regionales o globales, que afecten a la estabilidad financiera internacional. Los reguladores deben asegurarse de que sus acciones fomentan la disciplina de mercado, evitan potenciales efectos adversos en otros países, incluyendo el arbitraje regulatorio, y apoyan la competencia, el dinamismo y la innovación en el mercado. Las instituciones financieras deben también asumir su responsabilidad por las turbulencias y deben poner de su parte para superarlas, reconociendo las pérdidas, mejorando la transparencia y reforzando sus prácticas de gobierno y control del riesgo.
Reconoceremos la importancia de la ayuda de la política monetaria, en la medida en que se considere apropiado para las condiciones domésticas.
Usaremos medidas fiscales para estimular de forma rápida la demanda interna, al tiempo que se mantiene un marco propicio para la sostenibilidad fiscal.
Ayudaremos a los países emergentes y en desarrollo a lograr acceso a la financiación en las difíciles condiciones financieras actuales, incluyendo instrumentos de liquidez y programas de apoyo. Subrayamos el importante papel del FMI en la respuesta a la crisis, saludamos el nuevo mecanismo de liquidez a corto plazo y urgimos a la continua revisión de sus instrumentos para asegurar la flexibilidad.
Animaremos al Banco Mundial y a otros bancos multilaterales de desarrollo a usar su plena capacidad en apoyo de su agenda de ayuda, y saludamos la reciente introducción de nuevos instrumentos por parte del Banco Mundial en la financiación de infraestructuras y de comercio.
Nos aseguraremos de que el FMI, el Banco Mundial y los otros bancos multilaterales
de desarrollo tengan los recursos suficientes para continuar desempeñando su papel en la resolución de la crisis.
9. Nos comprometemos a poner en marcha políticas con los siguientes principios reformistas en común:
Fortalecer la transparencia y la responsabilidad: reforzaremos la transparencia en los mercados financieros, incluyendo la mejora de los productos financieros complejos y asegurando la completa y adecuada revelación de las empresas y sus condiciones financieras. Los incentivos deben ser alineados para evitar excesivos riesgos.
Mejora de la regulación: nos comprometemos a fortalecer y examinar prudentemente nuestros regímenes regulatorios según convenga. Ejercitaremos una fuerte vigilancia sobre las agencias de crédito, con el desarrollo de un código de conducta internacional.
También haremos regímenes regulatorios más efectivos a lo largo del ciclo económico, mientras que nos aseguramos de que la regulación es eficiente, sin ahogar la innovación, y anima el crecimiento del comercio de productos financieros y servicios. Nos comprometemos a evaluar de forma transparente nuestros sistemas regulatorios nacionales.
Promover la integridad de los mercados financieros: nos comprometemos a proteger la integridad de los mercados financieros del mundo reforzando la protección del inversor y el consumidor, evitando conflictos de intereses, previniendo la manipulación ilegal del
mercado, las actividades fraudulentas y avisos y protegiendo contra los riesgos financieros ilícitos procedentes de jurisdicciones no cooperativas. También promoveremos el intercambio de información, incluyendo las jurisdicciones que se han comprometido con los estándares internacionales respecto al secreto y la transparencia bancarios.
Fortalecer la cooperación internacional: llamamos a nuestros reguladores nacionales y regionales a formular sus reglas y otras medidas de cooperación a través de todos los segmentos de mercados financieros, incluyendo los que afectan al movimiento de capitales entre fronteras. Los reguladores y otras autoridades relevantes deben fortalecer la cooperación en la prevención, gestión y resolución de crisis.
Reformar las instituciones financieras internacionales. Estamos comprometidos a avanzar en la reforma de las instituciones de Bretton Woods de forma que puedan reflejar los cambios en
la economía mundial para incrementar su legitimidad y efectividad. En este sentido, las economías emergentes y en desarrollo, incluyendo a los países más pobres, deberán tener más voz y representación. El Foro de Estabilidad Financiera (FSF) tiene que acoger urgentemente a más miembros de los países emergentes, y otras instituciones deberían revisar su participación en breve. El FMI, en colaboración con el FSF ampliado y otras instituciones, deberá cooperar
para identificar puntos vulnerables, anticipar peligros potenciales y actuar rápidamente para jugar un papel fundamental en la respuesta a la crisis.
En cooperación con otras instituciones económicas, centrándose en las recomendaciones de expertos independientes, pedimos a nuestros ministros de Finanzas que formulen recomendaciones adicionales, incluyendo las áreas específicas siguientes:
Atenuar la política procíclica de los reguladores.
Revisar los estándares de responsabilidad, particularmente para los títulos complejos en
tiempos de turbulencias.
Fortalecer la elasticidad y transparencia de los mercados de derivados de crédito y reducir sus riesgos sistémicos, incluyendo la mejora de las infraestructuras de los mercados no organizados (over the counter).
Revisar las prácticas compensatorias cuando están relacionadas con los incentivos por tomar riesgos e innovar.
Revisar los mandatos, formas de gobierno y necesidades de personal de las instituciones financieras internacionales.
Definir el ámbito de las instituciones importantes para el sistema y determinar si su regulación y supervisión es adecuada o no.
11. A la vista del papel de la reforma de los sistemas financieros del G-20, nos reuniremos de nuevo el 30 de abril de 2008 para revisar la puesta en marcha de los principios y decisiones tomadas hoy.
12. Admitimos que estas reformas sólo tendrán éxito si se basan en un compromiso con los principios del libre mercado, incluyendo el imperio de la ley, respeto a la propiedad privada, inversión y comercio libre, mercados competitivos y eficientes, y sistemas financieros regulados efectivamente. Estos principios son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad y han hecho que millones de personas abandonen la pobreza y han contribuido significativamente al aumento de calidad de vida en el mundo. Reconociendo la necesidad de aumentar la regulación del sector financiero, debemos evitar la sobrerregulación que podría dañar el crecimiento económico y exacerbar la contracción de los flujos de capital, incluyendo a los países en desarrollo.
13. Subrayamos la importancia vital de rechazar el proteccionismo y de no volver atrás en tiempos de incertidumbre financiera. En este sentido, en los próximos 12 meses nos abstendremos de imponer barreras a la inversión y al comercio de bienes y servicios, imponer nuevas restricciones a las exportaciones o poner en marcha medidas para estimular las exportaciones que choquen con la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, nos esforzaremos para llegar este año a un acuerdo para cerrar la ronda de Doha de la OMC con un resultado ambicioso y equilibrado. Daremos instrucciones a nuestros ministros de Comercio para que consigan este objetivo y para que estén listos para asistir directamente, si es necesario. También estamos de acuerdo en que nuestros países tienen la mayor proporción en el reparto del comercio mundial y por lo tanto cada uno debe hacer contribuciones positivas para lograr nuestro objetivo.
14. Somos conscientes del impacto de la actual crisis en los países en desarrollo, particularmente en los más vulnerables. Nos reafirmamos en la importancia de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, los compromisos para la ayuda al desarrollo que hemos realizado e instamos a los países desarrollados y las economías emergentes a asumir compromisos en consonancia con sus capacidades y funciones en la economía mundial. En este sentido, confirmamos el desarrollo de los principios acordados en 2002 en la Conferencia de Naciones Unidas sobre la Financiación para los países en Desarrollo celebrada en Monterrey, México, que hizo hincapié en la movilización de todas las fuentes de financiación titularidad estatal para el Desarrollo.
15. Mantenemos el compromiso para afrontar otros desafíos críticos, como la seguridad energética y el cambio climático, la seguridad alimentaria, el cumplimiento de la ley, la lucha contra el terrorismo, la pobreza y las enfermedades.
16. Mientras avanzamos, estamos seguros de que mediante la colaboración, la cooperación y el multilateralismo superaremos los desafíos que tenemos ante nosotros y nos permitirá restablecer la estabilidad y la prosperidad en la economía mundial.
Se puede leer completo en Documento final de la cumbre del G-20
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