Un pequeño pero beligerante grupo político dispone de siete paquetes, todos iguales, de octavillas con mensajes contrarios al régimen opresor existente en el país. Con ellas pretenden empapelar la capital. Con esta intención, una noche, de madrugada, sus miembros se reúnen en las tres sedes, clandestinas, que el grupo tiene en la ciudad. En una primera sede, donde se reúnen 21 individuos, se reparten a partes iguales las octavillas de tres de los paquetes, y les sobran doce octavillas que se las lleva uno de ellos, el más arrojado. En una segunda sede son 23 individuos ,los que se reparten las octavillas de otros tres paquetes, resultando tras el reparto que todos ellos llevan el mismo número de octavillas, salvo uno de ellos, que lleva una menos. El paquete restante se reparte en una tercera sede, donde hay 17 miembros, sobrando cuatro octavillas que alguien, con una mezcla de rabia y entusiasmo, arroja de inmediato por la ventana. Tras ello, todos los miembros del grupo se desparraman por la ciudad con el fin de llenar de octavillas todo el suelo, todos los muros, todas la paredes, todos los rincones. Afortunadamente para ellos, ningún integrante del grupo es sorprendido por la policía y todos logran concluir completamente su tarea. Al menos, ¿con cuántas octavillas críticas con el régimen amaneció la ciudad ese día?.
Ingeniería de Telecomunicación Vigo
1 comentario:
Pues yo creo que el dictador de 조선 민주주의 인민 공화국 decidió que no amaneciera y nadie leyó las octavillas,así que para qué las voy a contar?
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