Hacía tiempo que no visitaba la Catedral de Santiago de Compostela. Quizá sea eso lo que provocó que me quedara un tanto perpleja al encontrarme con un séquito de paraguas blancos y azules que, a modo de 'palio' de nylon, resguardaban a los fieles que esperaban pacientemente mientras se repartían "hostias" en el altar mayor de la catedral, con Santiago Apóstol espectante ante semejante escena. Miré hacia los techos de la catedral por si hubiera alguna' gotera' inoportuna.
Un guardia de seguridad 'amablemente' me aconsejó que dejara de grabar y hacer fotos durante la ceremonia religiosa... por un momento creí que me quedaría sin estas 'surrealistas' imágenes. Y me explicó que los paraguas servían para 'orientar' a los fieles sobre la posición de los sacerdotes. Ver para creer. ¿Nadie le va a decir a José María Díaz Fernández (Deán de la catedral) que es un 'sacrilegio' mezclar el nylon con el pan de oro?
3 comentarios:
E non che caeu a catedral enriba?
Non home non, xa sabes que os camiños do Señor son inexcrutables...e tenta hasta que prendas nas súas redes...penso que o Creador estaría cheo de ledicia ao verme na catedral ¿ou quizais non? non che sei amanda...o caso é que non me gustan os paraugas blanquiazuis, non me imaxino un libro de Arte coa estampa do cura cun paraugas preto das columnas románicas.
La última vez que pasé yo por allí había pantallas de plasma, que tampoco le "pegaban" mucho a la catedral
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