El Sahel es una zona de África occidental, transición entre el desierto del Sáhara y las áreas tropicales del África Central. El Sahel de extiende desde Mauritania hasta El Chad. Incluye: sur de Mauritania, Senegal, Malí, norte de Guinea y Burkina Faso, Níger, norte de Nigeria y Camerún, El Chad y Sudán.
Al este de Mopti, una de las ciudades más importantes de Malí, se encuentran los acantilados de Bandiágara, una falla geológica que se extiende a lo largo de 200 kilómetros a través de la meseta del Sahel.
Las aldeas del País Dogón están dispuestas al abrigo de este acantilado que les proporciona sombra y agua que mana del subsuelo.
En este paisaje semidesértico aparecen los primeros árboles: la acacia y el baobab.
Se estima que alrededor de 350 000 dogones habitan las cuatro ' regiones' en que se divide el País Dogón: Koro, Bankass, Bandiágara y Douenza (vista Google maps).
El pasado histórico de los Dogón no se sabe con exactitud, se cree que pudieron pertenecer al viejo Imperio de Ghana y que huyeron tras ser desarticulado por los Almorávides. La negativa a aceptar las imposiciones culturales y religiosas del Islam estarían detrás de su huída hacia los acantilados de Bandiágara, allá por el siglo XIV.
Pero cuando los Dogón llegaron al enclave se encontraron con que esa zona estaba habitada por unos 'hombrecillos', los Tellem, unos pigmeos cazadores que vivían encaramados en las paredes verticales de la falla geológica, allí construían sus casas y sus cementerios. Se cree que trepaban ayudados de una maraña de enredaderas que cubrían el frontal de la falla.
Así pues, los Dogón se establecieron -al parecer pacíficamente- junto a los Tellem, a los que pidieron permiso para cultivar la tierra. Al extenderse los cultivos, se talaron muchos árboles, y los Tellem tenían que ir cada año más lejos a buscar las bayas y los frutos de los que se alimentaban. También la caza estaba cada vez más lejana, y un buen día, según cuenta la leyenda Dogón, los Tellem desaparecieron misteriosamente.
Los dogones construyen en las escarpadas pendientes del acantilado, culminando las casas con un tejado de ramas secas.
Sus aldeas muestran una distribución urbana muy compleja -callejuelas, chozas y silos-, cuya planta se asemeja a una figura humana.
De todas las edificaciones, la más importante es la "toguna" o "casa de la palabra", que ocupa el lugar de la cabeza de esa figura humana que forma la planta de la aldea. La "toguna" es una construcción que consta de un voluminoso techo de ramas de mijo dispuestas siguiendo un código arcaico, sostenido por pilares de piedra o gruesos troncos. Es el lugar donde se va a discutir los problemas y a llegar inexorablemente a un acuerdo. La altura del techo es muy baja y en su interior sólo se puede estar sentado. El dogón considera que, para hablar y limar diferencias entre dos personas hay que estar sentado mirando a los ojos del oponente.
Su renuncia a convertirse al Islam es un recuerdo del pasado, actualmente más de un tercio de la población nativa profesa la fe musulmana.
No es raro encontrarse con pequeñas mezquitas en las aldeas.
Una minoría influyente ha adoptado el cristianismo con fervor inusitado.
Sin embargo, la mayoría del pueblo Dogón sigue poniendo en práctica sus creencias animistas, incluso aquellos que han abrazado otras creencias religiosas.
En el año 1931 Marcel Griaule convivió con los Dogón. Estudió las costumbres y los conocimientos que le fueron narrados por los nativos, lo que reflejó en el trabajo etnológico: Dieu d'eau: Entretiens avec Ogotemmêli (pdf).
De esas conversaciones con el sabio del pueblo Dogón se extrajo, con el tiempo, la conclusión de que poseían conocimientos excepcionales sobre astronomía. Lo que se denominó el Mito Dogón (El misterio de Sirio B), y que muchos ponen en entredicho.
Malí cuenta con varios sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, tales como las Ciudades antiguas de Djenné (1988), Tombouctou (1988), los Acantilados de Bandiágara-País Dogón(1989) y la Tumba de la dinastía Askia(2004).
Muchísimas GRACIAS a Xabel Romero por compartir de manera desinteresada con todos nosotros su reportaje fotográfico del pueblo Dogón.
Fuentes:
Malí y Burkina Faso
Diario de un fotógrafo nómada
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