26 de agosto de 2007

AsTeRoiDeS CoMeTaS MeTeoRiToS

Nuestro sistema solar empezó como una vasta nube de polvo y gas; hace unos 4.600 millones de años esta nube giraba lentamente alrededor del naciente Sol y partículas de la misma colisionaron entre sí. Durante ese tiempo algunos objetos fueron destruidos por las colisiones, mientras que otros crecieron en tamaño y llegaron a convertirse en planetas.
A lo largo de este primitivo período, los cometas probablemente llenaban el sistema solar. Sus colisiones con los nacientes planetas desempeñaron un papel principal en el crecimiento y evolución de cada planeta. Los hielos de los que están compuestos los cometas parecen haber sido los "ladrillos" que formaron las primitivas atmósferas de los planetas.

Hay quien cree firmemente que fueron las colisiones de cometas las que proporcionaron el agua de la Tierra y lo capacitaron para que la vida pudiera empezar. Es más, pudieron ser básicos en la formación de algunos planetas gigantes, tales como Urano y Neptuno, cuyas composiciones prácticamente son idénticas a las de los cometas.



Los asteroides se formaron en la parte interior de la nebulosa que formó el sistema solar, mientras que los cometas lo hicieron en una zona exterior, en el cinturón de Kuiper y en la nube de Oort. En cuanto a los meteoritos, la mayoría de las lluvias de meteoritos proceden de 'enjambres' que tienen su origen en el material expulsado de cometas actuales o antiguos.
La evolución de los 'enjambres' se pueden estudiar siguiendo la órbita del cometa progenitor, o calculando las trayectorias de las partículas expulsadas por el cometa a lo largo de su órbita.
Era una creencia bastante generalizada, que los cometas provenían del espacio interestelar o que orbitaban las estrellas a gran distancia de ellas, y que las perturbaciones gravitatorias podían provocar que algunos pudieran ser capturados por estrellas vecinas. Sin embargo, en 1950 el astrónomo holandés
Jan H. Oort , postuló que los cometas provienen de una amplia nube externa en los confines del sistema solar, esta nube, con el tiempo, fue denominada nube de Oort.
Jan H. Oort decía que debía existir un gran enjambre de cometas, situado hacia a unos 7,5 billones de km, esto es, unas 1.200 veces más lejos que Plutón. Estadísticamente se calcula que puede haber entre 1 y 10 billones de cometas, aunque es una pura especulación; nadie a podido observar dicha nube y mucho menos los objetos que pueda poseer.


Se piensa que puede ser una especie de globo que envuelve al sistema solar y la hipótesis más aceptada es que está constituida por escombros del sistema solar.

En sus orígenes el Sol estaba rodeado por una nube de gas y polvo, a partir de la cual se formaron infinidad de 'planetésimos' y, por agregación de los mismos, los planetas.
Parte de estos 'planetésimos' sufrieron grandes alteraciones orbitales como consecuencia de sus encuentros con cuerpos de gran masa (los proto-planetas) y de esta forma adquirieron largas órbitas y quedaron 'almacenados' en la nube de Oort, a una distancia media de un año luz donde, aunque débil, la influencia gravitatoria del Sol sigue siendo dominante respecto a la de las
estrellas más cercanas.
Jan H.Oort también propuso un mecanismo capaz de enviar continuamente una pequeña fracción de cometas de la nube hacia el sistema solar interno : los tránsitos casuales de otras estrellas cerca de la nube de Oort podría alterar las órbitas de los cometas, haciendo posible que al azar los mandase hacia el sistema solar. Se calcula que, en promedio, estas perturbaciones estelares se producen una vez cada 100 a 200 mil años.


Expertos en la nube de Oort propusieron que los efectos acumulativos de la materia local en el plano perpendicular al disco galáctico, los llamados discos mareales, eran mucho más importantes que los efectos gravitacionales intermitentes creados al pasar estrellas cercanas o nubes gigantes de polvo y gas.



En 1951 el astrónomo , Gerard Kuiper (y también Fred Whipple) postuló que debía existir una especie de disco de proto-cometas en el plano del sistema solar, que debería empezar pasada la órbita de Neptuno. De este cinturón provendrían los cometas de corto período y de la nube de Oort los de largo período.
El cinturón de Kuiper dejó de ser una simple hipótesis cuando a fines de agosto de 1992, David Jewitt y Jane Luu descubrían un lejano objeto de unos 280 km de diámetro denominado 1992 QB1 .
Alan Stern (entrevista), mantiene que los cometas provenientes del cinturón de Kuiper no pueden tener más de 500 millones de años. Serían fragmentos de colisiones y estarían muy modificados por el mismo calor de estas colisiones, que serían las que eyectarían material hacia el sistema solar interno, contituyendo la base de los cometas de corto período.


Muchos de los objetos distantes verifican que cada tres revoluciones de Neptuno, alrededor del Sol, ellos realizan 2 . Esto mismo le ocurre a Plutón. Los objetos que poseen estas características se les denomina "Plutinos" .
El origen de los 'Plutinos' serían los fragmentos de un impacto catastrófico sufrido por el 'proto-Plutón' en los primeros tiempos de la formación del sistema solar, que también tiene la virtud de explicar la naturaleza del sistema Plutón-Caronte. En tal caso, el origen de Plutón podría haber sido independiente del cinturón de Kuiper, lo que en cierto modo daría la razón a los que defienden que debe ser re-considerado un auténtico planeta, tras ser
nombrado planeta enano.
La excentricidad e inclinación de Plutón tiene el mismo origen que las excentricidades e inclinaciones de los otros (probables) 25.000 'Plutinos', con diámetros superiores a los 100 km, que posiblemente fueron arrastrados por la migración radial de Neptuno. El proceso que configuró las órbitas de los KBO(Kuiper Belt Objects), es el mismo que proporcionó a Plutón sus características dinámicas.
Sólo en la parte más interna del cinturón, hasta junio del 2000 se habían descubierto 300 objetos, alguno de hasta 500 km, estimándose que debe haber unos 100.000 de más de 100 km de diámetro.

Los meteoros, por su pequeño tamaño, no pueden ser visibles en el espacio. Desde la Tierra empiezan a ser visibles a unos 120 km de altura, cuando la fricción con las capas superiores de la atmósfera los calienta y los pone incandescentes (estrellas fugaces). Alcanzan su máximo brillo hacia los 100 km de altura y, salvo que sea de un tamaño considerable, la fricción y el calor los ha volatilizado completamente cuando alcanzan una altura de 25 km.; se convierten en meteoritos cuando logran sobrevivir al calor de la fricción y alcanzan el suelo.
Su origen debe buscarse en los restos de partículas expulsadas por los cometas, las principales 'lluvias de meteoritos' tienen lugar cuando la Tierra atraviesa las órbitas de ciertos cometas.
Mientras los cometas se mueven por sus órbitas, dejan tras de sí un chorro de "desperdicios" de polvo y material rocoso liberado de los hielos que se vaporizan por el calor solar.

Si la Tierra cruza la órbita de un cometa, estos restos ocasionan un aumento en el número de meteoros que la alcanzan. Durante las 'lluvias de meteoros', éstos parecen venir de un determinado punto en el cielo, pero se trata de una ilusión óptica. Los meteoros que producen las lluvias se mueven esencialmente en trayectorias paralelas, pero a causa de la perspectiva , estas trayectorias paralelas parecen provenir de un punto cuando son observadas desde un determinado lugar de la superficie de la Tierra.

Las' Perseidas', las famosas lágrimas de San Lorenzo, son de intensidad moderadamente alta y por coincidir en verano, quizá las más conocidas, pero las realmente espectaculares son las 'Leónidas', cada 33 años aproximadamente, puede producir unas lluvias espectaculares, de hasta 10.000 estrellas fugaces por hora y en ocasiones ha llegado a las 30.000.



Oriónidas (2001) , lluvia de estrellas del cometa Halley(1986)

Si se comparan entre sí las distancias crecientes entre los planetas de nuestro sistema solar, se ve que siguen una progresión , publicada por J.D.Titius en 1772 y finalmente formulada por J.E.Bode en 1778. Dicha progresión que se denomina ley de Titius Bode, sería como sigue: 0+4(4), 3+4(7), 2x3+4(10), 2x6+4(16), 2x12+4(28), 2x24+4(52), 2x48+4(100), 2x96+4(196)... la relación de números es sensiblemente 'parecida' a la que existe entre las distancia de los planetas al Sol (teniendo como referencia 10 la Tierra) : 3,8 para Mercurio, 7,2 Venus, 10 Tierra, 15,2 Marte, 52 Júpiter, 95,5 Saturno y 191,9 Urano. Todo concordaba salvo en un punto, que en el valor 28 no existía ningún planeta, que se supuso aún no se había descubierto. Hoy se considera esta ley como una casualidad matemática.

George Wetherill, en 1967, publicó su primer trabajo relacionado con los asteroides, a él se debe la teoría sobre su origen. Para él la influencia de Júpiter pudo impedir la acumulación de material en 'la zona 28 de los asteroides' , cuando ya se habían formado varios proto-planetas del tamaño de la Luna o Marte. Los sucesivos encuentros cercanos y las colisiones de estos proto-planetas los habría fragmentado y situado en órbitas inestables, y a partir de aquí habrían colisionado con los planetas o bien habrían sido arrojados fuera del sistema solar. Si Júpiter es el responsable de que entre él y el planeta Marte, en vez de uno o varios planetas, sólo exista un gran número de pequeños fragmentos, también parece que su influencia gravitatoria es responsable de que éstos hayan persistido hasta nuestros días.

Giuseppe Piazzi descubrió el primer 'asteroide', Ceres.Y tiene una curiosa historia:

La noche del 1 de enero de 1801, Giuseppe Piazzi, astrónomo aficionado de Palermo, observa por primera vez lo que él piensa que es un cometa. Durante cuarenta y dos días, hasta la noche del 11 de febrero realiza el seguimiento del nuevo objeto en su viaje por el fondo de estrellas. Pero una inoportuna gripe le mantiene alejado del telescopio las noches siguientes. Cuando se reincorpora a la observación el astro ha dejado de ser visible durante la noche. Sencillamente ha desaparecido ocultado por el Sol. El corto periodo de observaciones no le permite fijar la órbita del “cometa” y predecir dónde volvería a aparecer en el cielo nocturno.

Cuando los datos de sus observaciones se divulgan un hecho parece claro, la distancia heliocéntrica del objeto lo sitúa entre Marte y Júpiter. En el mes de junio de ese mismo año el astrónomo alemán Franz von Zach utilizando los datos de Piazzi realiza un estudio previo de la órbita, sin ningún éxito.Como el supuesto “cometa” no aparece por ninguna parte del firmamento, Zach envía los datos a un joven matemático de 24 años afincado en Gottingen, cuya fama se empieza extender por toda Alemania, para que realice su propia estimación de la órbita. Se trata de Johann Friedrich Carl Gauss.

La posición del astro que se deducen de los cálculos de Gauss es muy diferente de todas las demás. Las predicciones de Zach y de otros astrónomos profesionales resultaron erróneas. No así las del joven Gauss, que puso en el intento además de su enorme capacidad de cálculo una de las herramientas matemáticas más fructífera para el cálculo de órbitas planetarias como se demostrará a lo largo del siglo: la ley de mínimos cuadrados, descubierta por Gauss unos seis años antes y que mantuvo sin publicar hasta 1809.


En diciembre, Franz von Zach decide por fin probar con las predicciones de Gauss y muy cerca de donde los cálculos teóricos de éste situaban el deseado objeto aparece un pequeño punto brillante; es la noche del 7 de diciembre. El 1 de enero de 1802, se puede afirmar con toda certeza que el objeto observado encaja a la perfección con los datos de las observaciones de Piazzi de hace un año y con la órbita prevista teóricamente por Gauss. El pretendido cometa de Piazzi era en realidad un 'nuevo planeta ' . Pero en el lugar del 'planeta perdido' entre Marte y Júpiter no había uno, sino un rosario de pequeños planetas, los asteroides.
Gracias a Ceres, Gauss es además de uno de los matemáticos más notables, el astrónomo más popular de Europa, en esos momentos. En marzo de 1802, Heinrich Olbers ( paradoja de Olbers), descubre Pallas y plantea a Gauss la fijación de su órbita. El método de los mínimos cuadrados vuelve a manifestar su potencia. Heinrich Olbers le propone la dirección del nuevo observatorio de Gottingën, aún por construir. En noviembre el joven Gauss, que cuenta con 25 años es nombrado miembro de la Real Sociedad de Ciencias de Gottingën. (leer + )


Azuara, impacto asteroides España ?

El número de descubrimientos de asteroides creció de forma exponencial, sobre todo a partir de fines del siglo XIX y principios del XX cuando se pasó a utilizar la técnica fotográfica. Así, el número total de descubrimientos era de 100 en 1868, 200 en 1879 y de 300 en 1890. En el año 1980 el número de asteroides numerados (con órbitas perfectamente determinadas y oficialmente catalogados) ascendía a 3.500, en el año 2000 ya superaba los 13.000.

El 95% de los conocidos orbitan entre las órbitas de Marte y de Júpiter, cinturón principal de asteroides; esto presupone que también los hay en otras regiones del sistema solar. Son de dimensiones relativamente pequeñas, siendo uno de los mayores Ceres , con poco más de 900 km., que actualmente ha sido ascendido a la categoría de "planeta enano". Hay unos 30 asteroides que superan los 200 km, 700 que miden más de 50 km y se calcula que hay más de un millón con tamaños superiores a 1 km.
Al orbitar en la misma zona y poseer muy distintas excentricidades e inclinaciones, muchas de sus órbitas se cruzan. La probabilidad de choques es baja , puesto que el espacio vacío existente entre ellos es muy grande, pero si añadimos la variable tiempo (desde que se formaron han dado alrededor de mil millones de vueltas al Sol), las probabilidades de choques entre ellos aumenta considerablemente.

En cuanto a su composición, los hay formados principalmente por metales, otros por rocas basálticas, o por compuestos más primitivos, principalmente carbón y, si están muy alejados del Sol, agua helada. Sus formas también son muy variadas.Los mayores son casi esféricos, en tanto que los menores son muy irregulares, con formas alargadas. (Tomado de AstroGea )

Las órbitas alrededor del Sol son elípticas y ocasionalmente pueden cruzar las órbitas planetarias, estos acercamientos planetarios podrían alterar su curso y eventualmente llevarlos a colisionar con algún planeta. Es el caso de Apophis, que nos hará una visita en el 2029.

Astronomía Autodidacta

Lista de asteroides

Lista de cometas

Búsqueda impactos de asteroides

Cómo descubrir impactos de asteroides

Near Earth Asteroid Tracking Telescope ( Maui, Hawaii )

Hubble

Spacewatch Telescope (Arizona)

Astrobiology Magazine

Entrevista Alan Stern

Breve historia de los agujeros negros

Sociedade Astronómica da Estrada

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Nievess!! Me han gustado mucho tus 2 últimos post, me interesa mucho el tema. Aqui te dejo unas webs que estan muy bien sobre el espacio. Saludos!

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