21 de agosto de 2009

Proyecto Biosphere 2 [1991 - 1994 ]

En el desierto de Sonora [Arizona] se encuentran las instalaciones que un día formaron parte del Proyecto Biosphere 2.

 

Space Biospheres Ventures, financiado por Edward Perry Bass, compró los terrenos en 1984 y comenzaron la construcción de las actuales instalaciones en 1986.
Este proyecto se comenzó con el objetivo de lograr nuevos conocimientos científicos y técnicos acerca de la creación de sistemas biológicos independientes. Poner en práctica un modelo experimental para saber si era posible reproducir, en pequeña escala, un mundo que se pareciera a la biosfera de la Tierra. Representó el sueño del ser humano en pleno siglo XX, los viajes interplanetarios y asentamientos humanos en otros planetas.

 
Un enorme invernadero con lucernario piramidal y casi una hectárea de extensión subterránea. La estructura envuelta en vidrio, 197 millones de litros de capacidad, dio cabida a 3.800 especies diferentes de animales, plantas e insectos. Incluyó cinco sistemas ecológicos: pradera, ciénaga, desierto, selva tropical, "océano" (profundidad de 10 metros). Un ala agrícola y un laboratorio para la micropropagación de plantas.

 
La estructura aérea está construida con tubos y marcos de acero y vidrio. La cubierta traslúcida fue lo que planteó mayores problemas. El sistema fue planificado para captar el máximo de luz solar, permitir el suministro eléctrico y el intercambio calórico con el ambiente externo.

 

Biosphere 2 está herméticamente cerrada, por ello dispone de dos cámaras que hacen las veces de pulmón, se contrae o dilata de acuerdo a las oscilaciones de temperatura lo que produce variaciones del volumen de aire dentro del edificio. En la primera misión, 26 de septiembre de 1991 a 26 de septiembre de 1993, participaron 8 científicos: Roy Walford, Jane Poynter, Taber MacCallum, Mark Nelson, Sally Silverstone, Abigail Alling, Mark Van Thillo y Linda Leigh. Establecieron el récord de residencia en un mundo aislado y adicionalmente demostró la factibilidad de una agricultura ecológica. Un segundo grupo les sustituiría, con un período intermedio de inactividad, el 6 de marzo de 1994 y tan solo duraría en la misión 6 meses.

 
Salvo el contacto visual a través de los vidrios y una fluida comunicación, estuvieron aislados totalmente del mundo exterior y debieron fabricar su propia atmósfera de manera autónoma, a través del proceso oxígeno-dióxido de carbono, además de producir sus alimentos y reciclar todos los desechos orgánicos.

 
Aproximadamente 1.300 sensores vigilaron el clima, las condiciones del suelo, aire y agua, archivando todos esos datos para su posterior evaluación. Cultivaron sus propios alimentos, procesaron sus desperdicios y controlaron el aire, el clima, el agua, el suelo, la vegetación y la fauna. El aire fue un gran problema. Debido a que el contenido orgánico consumía demasiado oxígeno, la atmósfera llegó a ser equivalente a vivir a 4.000 metros sobre el nivel del mar. La sensación era sofocante y cuando se presentaron síntomas peligrosos hubo que bombear oxígeno en el ambiente, lo que desvirtuó el proyecto inicial de autonomía absoluta del exterior.

 
Eran capaces de producir sólo 1.800 calorías de comida diariamente, sufrieron frecuentemente de hambre aguda y tuvieron que adaptar su ritmo de trabajo. La dieta consistía, generalmente, en vegetales y fruta. No había azúcar ni cafeína, casi nada de grasa y carne solamente una vez por semana. La alimentación pobre en calorías, junto con el aumento de la concentración de dióxido de carbono del aire, ocasionaba un paulatino cansancio, pérdida de fuerza y peso de los habitantes.

 
Se trató también de un experimento social, en el que se pudo observar el comportamiento de un pequeño grupo humano a través de un largo período, lo que serviría para conocer el tipo de arquitectura que requeriría un espacio cerrado para una larga permanencia humana. Después de que se presentaran problemas de convivencia entre los "bionautas" y que disminuyera el interés de los medios de comunicación por este proyecto multimillonario, Edward Bass abandonó el Biosphere 2.

 
Así en 1994 Decisions Investments Corporation se hizo cargo de las propiedades y la Universidad de Columbia las gestionaría. La Universidad de Columbia debía utilizar Biosphere 2 como campo de experimentación sobre ecosistemas. Este convenio debería finalizar en 2010.

 
Pero debido a la poca viabilidad económica, la universidad rescindió el contrato el 22 de diciembre 2003. La empresa Decisions Investments Corporation, nuevamente se hizo cargo de todo el complejo.

 

 





Jane Poynter fue una de las científicas que vivió 2 años dentro del ecosistema artificial Biosphere 2. Sus experiencias aparecen reflejadas en su libro “Una experiencia Humana: 2 años y 20 minutos dentro de la Biosfera 2".

Conferencias Jane Poynter :

Fuente información:

Entrevista a Abigail Alling sobre Biosphere 2 www.bigdeadplace.com/biosphereinterview.html

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