Parece ser que en la Ría de Arousa (Galicia) hay una colonia de caballitos de mar, exactamente en el club náutico de Ribeira , porque hasta en eso son originales.
Por comentarios de los viejos pescadores, antaño era una especie muy extendida y que se encontraba en cualquier lugar de la Ría de Arousa (¿Prestige?) .
Los caballitos de mar gallegos, pertenecen a la especie Hippocampus ramulosus (por los apéndices que le sobresalen del cuerpo) y miden unos 15 cm. Los avistamientos del Hippocampus ramulosus en la Ría de Arousa siempre han sido a profundidades menores de 12 metros, estando asidos con su "cola" a algas, cabos o trozos de redes abandonadas.
La parte romántica…
La mayoría de las especies de caballitos de mar forman parejas monógamas. La hembra y el macho se ayudan repetidamente y exclusivamente uno al otro, en las temporadas reproductivas. El vínculo de enlace se refuerza realizando danzas de bienvenida poco después de amanecer cada día. La hembra nada alrededor del macho y ambos cambian de color "paseando y haciendo piruetas" juntos. Esta danza dura alrededor de diez minutos, después la pareja se separa para el resto del día.
La bienvenida continua durante el embarazo del macho hasta que pare, y justo al día siguiente de parir el saludo se da con un gran cortejo (durando aproximadamente nueve horas) y la pareja nuevamente se aparea. En especies estudiadas, los machos vuelven a quedar preñados rápidamente después de parir.
El Hippocampus whitei (Australia) experimenta alrededor de siete embarazos consecutivos, de una duración de 21 días, cada año.
Aunque todavía no se conoce mucho sobre la formación de parejas y su duración, en caso de pérdida o desaparición de la pareja tardan mucho tiempo en volver a formar otra pareja, en algunas especies nunca lo volverán a hacer.
Es el único género de animales donde el que se queda "embarazado" es el macho. Se sabe que los animales embarazados son machos porque producen esperma, mientras que las hembras producen óvulos, cumpliendo así la definición básica biológica de ambos sexos. La hembra usa su ovopositor para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho, dentro de la cual son fertilizados.
El embarazo dura entre 10 días y 6 semanas, dependiendo de las especies y de la temperatura del agua del mar. Pasado este plazo el macho, por medio de contracciones y bombeando del interior de su bolsa hacia el exterior, estará durante varias horas pariendo a las crías, nacen aproximadamente 1500 diminutos caballitos de mar. Éstos son réplicas en miniatura de sus padres, de unos 7-11 mm. de largo, y son capaces de arreglárselas por sí mismos inmediatamente después del nacimiento.
Viven entre las algas, manglares, corales y en los estuarios, hábitats marinos que se encuentran entre los más amenazados. Su mayor depredador es el ser humano que con su falsas creencias y su afán de posesión, es el que los lleva casi a su extinción.
En China le otorgan poder afrodisíaco y creen que cura enfermedades como la impotencia. Por desgracia, estos encantadores caballitos de los océanos están en peligro de extinción debido a que su demanda comercial (vivos o muertos) sigue aumentando. Se calcula que cada año unos 60 millones son arrancados de su hábitat natural en "beneficio" del hombre. La población mundial de esta especie ha caído aproximadamente un 50 % en esta década.
También se capturan caballitos de mar para disecarlos y venderlos como recuerdos o para comercializarlos como mascota, para colmo, ninguna de las treinta y cinco especies conocidas responde bien a la cautividad.
Los principales exportadores son Filipinas, Vietnam, India y Tailandia, aunque es en Australia donde viven el mayor número de especies. Naturalmente, para los países en vías de desarrollo es difícil resistir la tentación de explotar un recurso natural tan valioso.
Actualización: Caballitos de mar gallegos
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