26 de agosto de 2006

La biblioteca de ALEJANDRÍA





Snohetta se volvió una firma internacionalmente reconocida cuando ganó el concurso mundial para construir la nueva biblioteca de Alejandría en Egipto.

Moustapha Al-Abbady llamó a la reconstrucción de la biblioteca, por primera vez, en 1972, se dirigió a los responsables y a los profesores de la Universidad de Alejandría diciéndoles que era una vergüenza que la universidad no tuviera una biblioteca propia. No era más que el comienzo de un sueño romántico de Abbady.

La biblioteca de Alejandría tiene un diseño arquitectónico ultramoderno. A través de este nuevo edificio el pueblo egipcio ha resucitado la octava maravilla del mundo.

La biblioteca se concibió como un símbolo que representase al Sol, haciendo referencia al antiguo dios del Sol y a la forma en que el astro describe el concepto del tiempo mientras atraviesa el cielo con su movimiento.


Su estilo está a mitad de camino entre el papiro e internet, entre los tiempos antiguos y el ciberespacio.
Al gran tejado inclinado se le ha dado una estructura que recuerda a los primeros microchips, al tiempo que en su gruesa y circular pared exterior se han grabado los jeroglíficos y caracteres rúnicos más antiguos del mundo. Se intentó que el tamaño del edificio nos hiciese pensar en las pirámides.


En la mítica biblioteca de Alejandría (hace 2000 años) se albergaron unos 700.000 textos. Comparando, en Europa había alrededor de 50.000 manuscritos cuando se inventó la imprenta 1.500 años después.

La comunidad internacional, por medio de la UNESCO, dió el primer paso para reparar el desastre causado por el incendio que terminó con la vieja biblioteca hace más de 1600 años, financiando el Proyecto de Reconstrucción de la Antigua Biblioteca de Alejandría.



Finalmente, la biblioteca más grande de la región renació después de 2000 años el día 16 de octubre de 2002.

La UNESCO se había involucrado en el proyecto desde 1986, y ahora sigue vinculada a él.

Su catálogo informatizado, desarrollado en colaboración con Francia, será un testimonio más de la sofisticación de la antigua biblioteca, la primera en clasificar los papiros y pergaminos que almacenaba. Los equipos audiovisuales han sido donados por Japón. El laboratorio para la restauración de manuscritos por Italia. Los equipos para el transporte de documentos por Alemania.



La nueva institución, de 36.700 metros cuadrados de superficie, reunirá hasta ocho millones de volúmenes, 50.000 mapas, 100.000 manuscritos, 200.000 discos o cintas de música y unos 50.000 materiales audiovisuales, la mayoría de ellos adquiridos a través de donaciones.

Documental Antigua Biblioteca de Alejandría

Centre d'études Alexandrines www.cealex.org/




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