En 1936 el gobierno republicano refuerza las tareas de propaganda creando ex profeso un Ministerio de Propaganda. El Ministerio tendrá a su cargo los servicios de publicidad, información y propaganda de interés estatal, por lo que la prensa, la radio, el cine, las exposiciones, actos públicos y publicaciones de toda índole generadas en el territorio republicano estarán durante estos años bajo su estricto control.
Miliciana recibiendo armas, Madrid - autor:Albero y Segovia
La apuesta propagandística constituyó una importante línea política durante este período, como ataque y resistencia al avance del movimiento nacional y del pensamiento fascista en España y en la zona europea.
"La propaganda, basada en una información verídica, es hoy un arma más, y un arma muy poderosa, en la lucha contra el fascismo, y ha de emplearse en el interior de España, igual que en el extranjero, de modo eficaz al servicio de la República y del pueblo que la defiende heroicamente. Ilustrar a los españoles sobre la dramática realidad de la guerra y sus consecuencias políticas y sociales, dar respuesta adecuada a las falsedades que propalan los facciosos, informar a la opinión internacional del gigantesco esfuerzo que realiza el pueblo español representado por su gobierno legítimo para defender su libertad, es la misión urgente e inmediata del Ministerio de Propaganda, que habrá de emplear igualmente su actividad en exaltar la obra de la República y de las fuerzas populares que le dan vida con adhesión, crear un estado de opinión que facilite y encauce el progreso político y social del país y preparar a éste para la tarea inmensa de reedificar la nueva España". Manuel Azaña, 1937
Evacuación campesina,Villaverde Bajo, Madrid - autor: Atienza
En 1937 el Ministerio pasará a denominarse Dirección General de Propaganda, adscrito al Ministerio de Estado, perdiendo autonomía y rango.
Por su parte, las tropas y la administración franquista irán adquiriendo el material de prensa y propaganda que localizan conforme avanza la contienda y aumentan los territorios incorporados a su dominio, creando poco después el Servicio Nacional de Prensa en 1938 por orden de su Ministerio del Interior.
c/ Luisa Fernanda, primeros momentos rebelión, Madrid - autor: Albero y Segovia
Cuartel de la Montaña poco antes del asalto, Madrid- autor: Albero y Segovia
En 1940, terminada la Guerra el gobierno franquista dicta una ley por la que pasan a ser patrimonio de la Delegación Nacional de FET y JONS la maquinaria, material de talleres de imprenta y de editoriales que fueron contrarios al movimiento nacional y habían sido confiscados. Entre ellos se encontraba el “Archivo Rojo”.
El nombre del archivo parece ser que hace referencia a Vicente Rojo Lluch, general republicano que desempeñó durante aquellos años el cargo de Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa en Madrid, y por tanto coetáneo de la creación de este fondo fotográfico.
Campesino miliciano, Madrid - autor: Atienza
Columna de milicianos marchando al frente, Madrid - autor: Albero y Segovia
Finalmente el archivo fotográfico se convirtió en un potente instrumento de represión, ya que se usaron sus fotografías como testimonio de la oposición al Régimen de muchas de las personas que aparecían inmortalizadas en ellas.
En 1975 el Archivo Rojo pasó a alojarse en el Archivo General de la Administración, tras su traspaso desde el Ministerio de Información y Turismo, que lo había custodiado durante años.
Cine de la Opera, Madrid - autor: Lladó
Puerta del Sol, Madrid - autor: Lladó
Carrera de San Jerónimo, Madrid - autor: Lladó
c/ Ruda, Madrid - autor: Lladó
Mercado del Carmen, Madrid - autor: Lladó
Pº del Prado, Madrid - autor: Atienza
Estación del Norte, Madrid - autor: Atienza
En un primer momento las funciones que dieron origen a este fondo fotográfico se asumieron por el Consejero de Orden Público. En 1937, tras un corto periodo de vida, se disuelve pasando el desempeño de esta tarea a manos de las corporaciones provincial y municipal de la ciudad de Madrid.
La ocupación de estos organismos fue la de controlar tanto el material fotográfico y cinematográfico puesto a la venta en el país, así como a los fotógrafos que ejercían su labor en el área de control republicana, identificándolos y registrándolos.
Gracias a este procedimiento de control se conoce la autoría de la mayor parte de los documentos que componen el Archivo Rojo: Aguayo, Manuel Albero y Francisco Segovia, Alfonso, Antifafot, Atienza, Baldomero y Baldomero hijo, Brandt, Espiga, Fotolabr, Hermann, Kodak, Lázaro, Lladó, Llomar, Luis, Martí, Mart, Mayo, M.P., Prast, Tello, Torre, Vidal y Videa.
Imágenes tomadas del Archivo Rojo, Ministerio de Cultura
ARCHIVO ROJO
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Documental [1923-1939]: Revolución y guerra civil en España
Asturias, el frente Norte
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