17 de julio de 2006

LAS RAÍCES HISTÓRICAS DEL CONFLICTO PALESTINO -ISRAELÍ



Las raíces del conflicto de Oriente Medio se deben buscar en el siglo XV. El imperio Otomano domina toda la zona del Oriente Próximo, aparte de un vasto territorio bajo el cual se originan las primeras pulsiones nacionalistas. Los pueblos sometidos al férreo control turco provienen de un bagaje cultural heterogéneo y pronto comienzan a sacudirse bajo la superficie aparentemente siempre apacible de todos los imperialismos.

Entre este amplio abanico de pueblos encontramos al islámico que empieza una ardua lucha frente al dominador otomano. Durante siglos la situación se mantiene en esa paz tensa y ficticia que intentan mostrar los grandes países; pero un movimiento nacionalista árabe se agazapa luchando contra el colonialismo.

En estas circunstancias estalla la I Guerra Mundial. Los cimientos del mundo se tambalean y en ese temblor y pánico a la derrota, los aliados occidentales buscan apoyos hasta en los lugares más inverosímiles. Entre estos se encuentran los árabes. Los aliados son conscientes del odio ferviente que sienten los musulmanes del Próximo Oriente hacia la máquina bélica que es el Imperio Turco y ven en ellos un posible resorte para acercarse a la victoria frente a los turcos en la zona. El Imperio Otomano, aliado del Imperio Austro-húngaro y Alemania, es un poderoso enemigo y todo apoyo es poco.

Ante esta situación, Francia e Inglaterra pactan con los países árabes un acuerdo de apoyo mutuo por el cual los árabes lucharán, del lado de los aliados, contra los otomanos y los occidentales se comprometen a la creación de Estados independientes para los musulmanes.


Sin embargo, las promesas de los franceses e ingleses son huecas ya que al mismo tiempo de realizarlas, una reunión en secreto entre ellos lleva a la firma de los acuerdos de
Sykes-Picot que establece el reparto entre Francia e Inglaterra de la Turquía otomana: Inglaterra pasaría a disponer de Irak y Palestina, Francia controlaría el Líbano y Siria.




Y a su vez, los aliados han prometido a los judíos, en reconocimiento a su apoyo económico y por los acuerdos de Balfour (1917), la creación de un Estado de Israel en la franja de Palestina.

Mientras el siglo XIX tocaba a su fin, el movimiento sionista no había permanecido ajeno al desarrollo de su doctrina y estático ante el desarrollo de los acontecimientos históricos. Reclamando un territorio como propio, sin dudar en ningún momento el punto geográfico donde quieren instaurar su régimen, lo que será su tierra prometida, fieles a su tesis bíblica los judíos han iniciado una migración continua desde 1882 hacia Palestina guiados por las promesas religiosas y la doctrina de Hertl-Weizmann.

Unos 25.000 judíos se asientan ilegalmente desde este momento y hasta 1919 en territorio palestino. Cifra que irá en continuo aumento. Tal será la proporción y magnitud de esta llegada semita que los británicos en su Libro Blanco (1939) propondrán limitar la emigración judía hacia Palestina.

Las relaciones entre los musulmanes y los judíos son buenas inicialmente, aceptando los islámicos a los inmigrantes que huyen en muchos casos de una persecución sistemática y brutal. Pero la situación cambia drásticamente cuando al acabar la
I Guerra Mundial, salen a la luz los verdaderos planes de los vencedores en la contienda; los acuerdos de Balfour son conocidos por los palestinos y estallan las primeras revueltas. 


Los palestinos se niegan a la escisión de parte de su territorio para cederlo a unos inmigrantes a los que, si bien han aceptado, comienzan a percibir como una amenaza. Los judíos siguen llegando a Palestina desde todas las partes del mundo amparados por el sionismo e incitados por los acuerdos firmados con los aliados occidentales.

Estos colonos llegan perfectamente preparados, se organizan en las tierras que toman conforme su tradición, levantan escuelas, templos, comisarías, cuarteles, granjas colectivas, canales, irrigaciones, gracias al capital que traen, les donan o consiguen de sus colegas judíos enriquecidos en los países industrializados occidentales; crean los
kibutzs.

Cuando la I Guerra mundial concluye y los turcos se repliegan de los territorios de Próximo Oriente, los palestinos son conscientes plenamente de la gran traición de la que han sido víctimas. Inglaterra y Francia, lejos de contribuir a la creación de Estados árabes independientes, pasan a ser los nuevos “otomanos”. Se dividen el territorio en áreas de influencia.

Palestina queda bajo mandato británico. Comienza en esos momentos, y hasta hoy día, una compleja y conflictiva situación en el territorio palestino. Una vez finalizado el conflicto bélico, los palestinos se levantan contra la Declaración de Balfour. Inglaterra aprovecha la revuelta para invadir Palestina, sofocarla y convertir dicho país en mandato británico.

Al tiempo, los judíos, cada vez más presentes en el territorio de Palestina, representando en 1919 poco más del 10% de la población del Estado palestino (unos 65.000 sionistas se calculan que habitaban ya suelo palestino), presionan a los gobiernos occidentales, en especial al de Gran Bretaña para que materialice su promesa de creación de un Estado de Israel.

Inglaterra, por su parte, comienza a ser consciente del conflicto en el que se ha ido involucrando y no sabe como salir ni que dirección tomar, Inglaterra mantiene el mandato pero presionada inicia el desmantelamiento de su imperio colonial accediendo los primeros países árabes a la independencia en 1922.

El primero será
Egipto, país donde se instaura una monarquía títere del gobierno de Londres. Luego Irak, en el año 1932, y ese mismo año se crea la República de Arabia Saudita.

Tras la II Guerra Mundial se originará una vorágine de independencias fruto de las contradicciones coloniales. Durante la guerra se afirma combatir la opresión nazi, su tiranía e intento de conquista de los países libres y bajo estas hermosas consignas se reclutan jóvenes de las colonias como carne de cañón. Y estas consignas se las aprenden bien los movimientos nacionalistas de las colonias que reclaman esos derechos por los que se lucharon en la guerra para ellos mismos. En este contexto, la emancipación de las colonias árabes en Oriente Próximo será seguida por Siria, Líbano y Transjordania (franja ridícula creada por los británicos de manera artificial).

Sin embargo Palestina mantiene ese estatus de mandato británico.Gran Bretaña no sabe que hacer con Palestina. A partir del año 1937 el gobierno británico ya había pronunciado su posición. Dicha actitud era favorable a la creación de un Estado judío en el 33% de las tierras palestinas, por supuesto, las mejores.

Este posicionamiento conlleva levantamientos palestinos que son sofocados por el ejército británico y grupos terroristas sionistas que en acciones conjuntas atacan poblaciones musulmanas dejando un saldo de 4.000 muertos. Estas brutales actividades sionistas son respondidas con nuevas ofensivas palestinas. La rebelión palestina causó 500 muertos.

Inglaterra intenta frenar la inmigración judía y se interceptan barcos de inmigrantes ilegales, se envían judíos a campos de concentración en Chipre, y se limita la adquisición de tierras.

En estas circunstancias el avance nacional-socialista alemán en Europa desencadena el acontecimiento que nunca debiera haberse producido: la II Guerra Mundial. Cuando acaba este conflicto mundial Palestina sigue en ese 'punto muerto' de agitación y violencia.

En el año 1947 Inglaterra desgastada ante la infatigable oposición armada palestina que se niega a doblegarse, decide retirarse de la zona dejando el conflictivo mandato en manos de la recién nacida Organización de Naciones Unidas. Un año después, esta organización autoriza la creación del Estado de Israel en territorio palestino. El 14 de Mayo, el Consejo Nacional judío proclama el nacimiento del Estado de Israel. Ese mismo año y durante el siguiente se inicia una sistemática
limpieza étnica: 700.000 palestinos son deportados, expulsados de su territorio. Estados Unidos empieza a involucrarse activamente en el conflicto, relevando a los ingleses. El presidente Truman, demócrata mediocre, reconoce el Estado de Israel. Desde este momento, el apoyo yanqui al Estado sionista es total.

Los judíos se han organizado y preparado para este momento durante mucho tiempo. Cuentan con un ejército perfectamente equipado, una policía secreta importante y, en general, unas fuerzas represoras totalmente entrenadas y financiadas por los países occidentales.

Frente a ellos, un puñado de palestinos con apenas armas y valiéndose de palos, piedras y artefactos caseros, permiten a los sionistas provocar, con la excusa de la insubordinación palestina, la primera guerra israelí-árabe, también conocida como guerra de independencia árabe. En ella, los israelíes aplastan a la alianza árabe y engrandecen el territorio que la ONU les otorgara. En enero del 1949 se firma el armisticio e Israel pasa a controlar casi el doble de los territorios que la ONU le concediera un año atrás.

A partir del año 1952, la confrontación entre israelíes y musulmanes es total. En ese año, los países árabes comienzan su revolución. Se sienten traicionados y vejados por Occidente, tanto por su política de dominación económica neocolonial como por su apoyo abierto a Israel y por su propia oligarquía, que pacta con los países occidentales para su propio provecho.

Tomando conceptos del socialismo y aunándolos al islamismo, los árabes moldean una tendencia que se ha venido a denominar socialismo islámico. Su principal representante fue Nasser en Egipto. En el verano del 1952 el movimiento militar que encabeza, derroca la monarquía títere instaurada por Gran Bretaña en el 1922 y crea la República egipcia. Egipto accede a la independencia real, desde aquí el movimiento revolucionario se extiende al resto de países árabes: Irán, Irak, Siria, Yemen...

El apoyo de Estados Unidos permitía y permite a los judíos sentirse muy superiores a los empobrecidos países árabes. 



Unos incidentes fronterizos y la continua hostilidad árabe, llevan en el año 1967 a Israel a provocar la Guerra de los Seis Días, una guerra relámpago en la que la hegemonía hebrea queda de manifiesto aplastando a las fuerzas árabes con pasmosa facilidad. Con la firma del acuerdo de paz  Israel casi duplicó su territorio por el Sur, ocupó Gaza, y toda la península del Sinaí (anteriormente de Egipto). Por el Este, se anexionó Cisjordania y se apropió de Jerusalén, ciudad que proclama como su capital (la ONU no aceptó esta nueva capital y no ha sido reconocido internacionalmente, pero el sionismo la conserva como tal por su valor religioso). Por el Norte arrebatan, a Siria, el Golam y ocupan el Sur del Líbano.




Palestina deja de existir. Trescientos mil árabes se ven expulsados de sus hogares. Estados Unidos ampara la perpetración de este genocidio.

Los palestinos, representados por los Estados árabes, deciden organizarse también para luchar por su cuenta, fruto de esta decisión se crea la
OLP (Organización para la Liberación de Palestina)  que asumirá el mando unos años después Yasser Arafat. La OLP comienza desde entonces, y hasta hoy, una sucesión de atentados contra objetivos israelíes, los cuales van siempre seguidos por la represalia desproporcionada de éstos. Se impone toque de queda, ataque a poblaciones palestinas, torturas, asesinatos en masa...

A partir del año 1975 se empezó a hablar de paz. Con el patrocinio de Estados Unidos, ya permanentemente presentes en cualquier asunto relacionado con Oriente Medio, se inicia un tímido y dudoso proceso de paz. Se necesita estabilidad y es buen momento para imponerla.

Parias sin territorio en su propia tierra, los palestinos comienzan una infatigable guerra de guerrillas. Se establecen entre Jordania y el sur del
Líbano, desde donde hostigan con asiduidad a Israel con incursiones continuas de castigo.


Finalmente, Jordania expulsó a los palestinos, así que mantienen su desigual cruzada contra la tiranía sionista desde el Líbano. Cuando estalla la Guerra civil en el Líbano, enfrentamiento armado entre cristianos y musulmanes, Israel decide invadirlo para imponer “la paz” y expulsar a los palestinos allí refugiados: nace Hezbollah .


Los resultados de tal represión son tremendos. Bajo el mando de Ariel Sharon, las tropas israelíes y falangistas libaneses eliminan a 3500 personas, hombres, mujeres y niños palestinos y libaneses.

La matanza de Sabra y Shatilla aún resuena con tintes sangrientos en la memoria del que quiere recordar.

A finales de los 1980, concretamente en el 1987, los palestinos que habitan en suelo ocupado, en
Gaza y Cisjordania, hartos de la desesperante situación a la que se ven sometidos organizan la Intifada. Como respuesta al asesinato de unos palestinos por soldados israelíes, estalla una fuerte revuelta árabe. Piedras y palos, bombas caseras y terroristas suicidas frente a la violencia sistemática y organizada sionista que demolían hogares, cerraban escuelas y universidades, arrestando y asesinando en masa de personas. Esta primera Intifada se extendió hasta 1993.

La Conferencia Internacional de Madrid en Octubre de 1991 fue el punto de arranque de un proceso de paz para la región de Oriente Próximo. Fruto de este empuje se fue llegando a acuerdos entre Israel y otros países árabes: con Jordania, con el Líbano, y los sionistas llegaron a comprometerse a reconocer autonomía a las regiones palestinas: Gaza y algunos territorios de Cisjordania. La subida al poder de la derecha reaccionaria sionista personificada en Netanyaju paralizó el proceso.

Ante esta intransigencia judía, se iniciará la segunda Intifada en el año 2000. La radicalización del conflicto es palpable. Los israelíes han intensificado su política de limpieza étnica. Los colonos sionistas siguen ocupando suelo palestino. Se ha impuesto toque de queda, se derriban con bulldozers las casas musulmanas, se atacan todos los hospitales que atienden a palestinos, se bombardean escuelas. Ante este terrorismo sionista los atentados suicidas palestinos se redoblan. Las facciones más extremistas y violentas ejecutan estas acciones que acaban con sus propias vidas como respuesta a la aniquilación de su pueblo.

Israel como Estado se encuentra en el seno de otro anterior: Palestina, al que han desposeído de territorio. Israel es un extraño en territorio hostil .

La nación árabe, expulsada de sus tierras y forzados a ser parias en su antiguo territorio, relegados a habitar las tierras menos ricas y fértiles y a guardar una estricta disciplina vigilada por los soldados judíos ha organizado una tenaz resistencia y un contraterrorismo amparado en una religión, la islámica, que provee de argumentos a la lucha armada contra el invasor.

El pueblo judío había sufrido en sus carnes la
persecución sistemática, sometidos a un implacable ejercicio de horror cuya única finalidad era el exterminio. Hacinados, torturados, vejados, sometidos a un régimen de terror nazi contra ellos.

Cincuenta y ocho años después, el refugiado es el dominador, la víctima es el asesino, el oprimido es el opresor.

Cronología mundial siglos XIX ,XX ,XXI ,

http://www.nodo50.org/arevolucionaria/index.htm

http://es.geocities.com/quierosabertodo/israel/principal.html

http://www.memri.org/espanol/conflicto.html


Mapas http://www.vox.com/a/maps-explain-the-middle-east


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