5 de septiembre de 2008

Bustiello, paternalismo industrial del marqués de Comillas

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Antonio López López, nacido en Comillas en el año 1817, fue uno de los mayores potentados de España durante la segunda mitad del siglo XIX, gracias a las empresas que supo organizar desde el humilde entorno familiar del que procedía. Establecido en Barcelona, tras su periplo empresarial en la isla de Cuba, poseía una gran fortuna (la Compañía Trasatlántica, el Banco Hispano Colonial, la Compañía de Tabacos de Filipinas, el Coto Minero de Aller, la Compañía de Ferrocarriles del Norte) que le ayudó a participar en la actividad económica, política y social española del siglo XIX, gracias a la cual le fueron otorgados diversos honores por el rey Alfonso XII, entre ellos el título de Marqués de Comillas.

Adquiere las concesiones de las minas de la Sociedad Minera la Montañesa en 1883 para abastecer de carbón a sus otras dos grandes empresas, los Ferrocarriles del Norte y la Compañía Trasatlántica. Tras su muerte, precisamente, en 1883, su hijo Claudio Lopez Brú, también Marques de Comillas, hereda ésta entre otras empresas, aunque hasta 1892 no se escritura la Sociedad Hullera Española (SHE).

Claudio López Brú había nacido en Barcelona en el año 1853, poco tiempo después de la llegada de sus padres y sus tres hermanos desde la isla de Cuba para asentarse definitivamente en España.

La Sociedad Hullera Española, propiedad del Marqués de Comillas, fue una de las primeras empresas que explotaron la riqueza de la Cuenca minera asturiana. Propietario de muchas de las explotaciones ubicadas en Mieres, Aller y Lena.
Ferviente católico: difusor de la Encíclica Rerum Novarum, y promotor de la Asociación Católica.


Es la figura que simboliza el llamado paternalismo industrial histórico. Ideó 'el poblado de Bustiello' como capital de un soñado concejo minero que abarcaría todas sus propiedades y destinado a unos obreros que inspirados por su ideología fueran ejemplo para el resto, alejados de la influencia de los sindicatos obreros reivindicativos y por tanto peligrosos, para sus intereses como patrono. Logró así la neutralización del potencial revolucionario del proletariado minero asturiano brindando al personal de la Sociedad Hullera Española un estado de bienestar sorprendente para la época, fue precursor de políticas sociales asumidas después por el Estado.
La empresa del Marqués de Comillas construyó todo un pueblo, con cómodas viviendas, escuela para los hijos e hijas de los empleados y para los propios trabajadores (clases nocturnas), sanatorio, una magnífica iglesia, etc.
Así es como a orillas del Aller, en terrenos ganados al río, fue construido entre 1890 y 1925, el poblado de Bustiello.


Poblado minero Bustiello, Google Maps

1 .- Iglesia 2.- El casino 3.- Casas unifamiliares mineros 4.- Chalet del ingeniero D. Isidro
5.- Chalet del ingeniero Moreno 6.-Sanatorio u hospitalillo 7.- Escuela de niños de La Salle
8.- Escuela de niñas de Hijas de la Caridad 9.- Farmacia. Tomado de El poblado minero


Las influencias constructivas son variadas; se corresponden a las que en su época, fines del s. XIX y principios del XX, se imponían.
En la margen izquierda del río, limitado también por la vía del ferrocarril minero, se trazó el perímetro del poblado, a partir de un trazado en cuadrícula y de una jerarquización de niveles que señala ya el lugar que corresponde a cada status.
En 1967, el poblado minero pasó a formar parte del patrimonio de la empresa estatal HUNOSA y las viviendas obreras que estaban en arriendo fueron vendidas a sus inquilinos en 1970.

Foto aérea Bustiello, ver galería fotos Santa Cruz de Mieres

El conjunto del poblado de Bustiello en el ámbito del Patrimonio Industrial compone un ejemplo singular en Asturias, en el que se unen diversos intereses:

1-El arquitectónico: formas europeas reinterpretadas bajo la influencia de la reinaxença catalana (iglesia, sanatorio); la arquitectura racionalista del maquinismo europeo propio de las sociedades industriales (casas, lavaderos); las tradiciones constructivas asturianas (galerías, buhardillas, cantos rodados, etc.).

2-El interés social: la idea de la empresa de crear núcleos de población próximos a ella y separados de los ya existentes, ejerciendo así un control de la vida del obrero e intentando alejarlo de los movimientos sociales más reivindicativos, creando un conjunto cerrado, dotado de todos los servicios tanto de salud como de educación y espirituales.

3-El interés cultural: además del patrimonio industrial que contiene, también es de destacar el patrimonio natural, pues Bustiello se enclava en
el bonito valle del Aller desde cuyas laderas se encuentran hermosos miradores.

Para acceder al pueblo de Bustiello se atraviesa un puente, de pilas de piedra y celosía de acero, que simula la existencia de una calle Mayor, enmarcada con farolas de hierro fundido de estilo modernista a la que se abren los edificios públicos más emblemáticos.


El edificio del antiguo Círculo Obrero Católico, proyectado y construido por D. José Revilla, de menor prestancia arquitectónica pero de gran valor social fue inaugurado en 1895, era el espacio de ocio obrero con actividades dirigidas por los Hermanos de la Salle y acordes con el ideario del Marqués: Cine-teatro, Orfeón obrero...


Avanzando un poco más, la calle se abre simulando una plaza, único espacio donde se podía reunir un grupo de gente; allí se hallan la iglesia y el monumento a la memoria del Marqués. Por detrás de la iglesia, se levantó la Escuela de niños, de dos plantas con vivienda para los Hermanos de la Salle.

La Iglesia (1890-94), proyectada y construida por personal de la empresa: Félix Parente, Manuel Montanés subdirector de la S.H.E., Francisco Stany y Mamerto Lorente. Edificio monumental de estilo neorrománico con planta basilical de tres naves, con hermosa portada iluminada por vidrieras.

A partir del antiguo trazado del ferrocarril se sitúa el nivel más alto y alejado de las posibles avenidas del río donde se construyeron casas de mayores dimensiones y categorías; lo integraban en principio cuatro casas, tres de ellas pareadas que compartían personal cualificado y la última individual para uno de los ingenieros, el denominado Chalet de D. Isidro, de 1898. Se trata de una edificación de tipo burgués, con balcones, cerámica vidriada, y el rasgo autóctono de la galería acristalada, rodeada de jardín y con garaje.

Algo más abajo, el nivel donde se instala la mayor parte del poblado, ordenado en calles paralelas y perpendiculares al río, con un pavimento en origen de cantos rodados del propio río que aún se conserva en algunos tramos, cada cuadrícula definida por dos casas gemelas para obreros, pegadas por la espalda y rodeadas de huerta o jardín (según su uso) con acceso independiente para cada vivienda.

En la zona más próxima al río Aller y, por tanto, afectada por las inundaciones, se sitúa otro grupo de casas en dos bloques paralelos entre sí y al río: los Cuarteles de Santa Bárbara. Aprovechando la cercanía del agua, se sitúa en esta zona la fuente pública. Este núcleo de viviendas se hallaba alejado del núcleo principal del poblado.

-"Precísamente, en los Cuarteles de Santa Bárbara nací yo. Recuerdo perfectamente las inundaciones, que lejos de molestar, nos parecían un precio que había que pagar por tener el agua del río Aller para usos domésticos. Era nuestro Macondo asturiano".

Si bien otras empresas asturianas construyeron casas y economatos para sus obreros, la SHE se distinguió del resto por su intento de llevar a la práctica su política de intervención paternalista industrial, atendiendo tanto al bienestar de los trabajadores como a la disciplina, con una política de control sobre sus actividades dentro y fuera de la empresa; así, además de mejorar las condiciones de vivienda, salubridad y educación, pretendía alejar a sus empleados de los movimientos más reivindicativos, promocionando para ello al Sindicato Obrero Católico, que contrarrestara la influencia de los sindicatos obreros de clase. Bustiello fue sólo un ejemplo modelo para un buen grupo de trabajadores que se vieron beneficiados por la política paternalista de la patronal.


Página en Facebook Bustiello, Poblado Minero de Asturias (puedes publicar contenido en el muro)




Muchas gracias a Javier Pevida por las fotografías.

4 comentarios:

Ángel de Olavide dijo...

Pues resulta que yo pasaba algunos veranos en casa de mi abuela en los "Cuarteles". Mis recuerdos no son los de las riadas. Pero si del campo de futbol que luego fue escombrera, del huerto y del gochu de mi abuelo, del gallinero que había en la trasera de las casas...De la cantidad de comida que me obligaban a comer y de los comentarios de "las mis tias" sobre lo "guapu" que "ye este sobrin de madrid".
Un saludo.
Pondré un enlace en un texto sobre Bustiello que escribí hace ya tiempo.
Muy buena reconstrucción historica. Un placer de leerlo.
Saludos

Angel

miguel dijo...

Hola Nieves :
dentro de la Asociacion Santa Barbara de Mieres un grupo de personas hemos formado un grupo para catalogar, estudiar y promover la arqueologia industrial dentro del concejo y uno de nuestras primeras actuaciones será el solicitar que el conjunto formado por los cuateles mineros de Santa Barbara, el poblado de Bustiello, el hospital de la Sociedad Hullera Española y el grupo minero Dos Amigos (todo ello ubicado en un reducido espacio de terreno y por tanto facilmente visitable) sea declarado Bien de Interes Cultural para que por lo menos tenga la protección debida y no sea objeto como es en la actualidad de continuas agresiones que hacen peligrar su conservación.
No se si lo lograremos pero al menos vamos a intentarlo.
Un cordial saludo.
Miguel.

deibis dijo...

Qué recuerdos...!!!yo pasé muchas vacaciones en casa de los míos....
La de horas en esa escombrera y viendo pasar al tren del carbón...

deibis dijo...

Genial!!!!
Me ha traído muchos recuerdos de mi infancia en la casa de mis abuelos en los cuarteles de Santa Bárbara...
Graciassss